La paranoia de un ataque químico masivo durante la Segunda
Guerra Mundial se infiltró en casa hasta llegar a nuestros niños. Es por esto
que el mismísimo Walt Disney diseñó máscaras de gas con la cara de Mickey Mouse
para que los estadounidenses más pequeños no se asustaran tanto del diseño tan
inhumano de los modelos tradicionales.
Al final se fabricaron unas 40 millones de unidades que se
distribuyeron a lo largo y ancho de las dos costas de Estados Unidos...
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